La obsesión de Joaquín Díaz Mena por la gubernatura yucateca (es la tercera vez que busca ese encargo) llevó al partido Movimiento de Regeneración Nacional a una inédita situación: de las ocho entidades que cambiarán de titular del Ejecutivo en 2024, en Yucatán los militantes de ese instituto ya se preparan para que “Huacho” Díaz pague caro la traición a los procesos democráticos internos.
Desde hace dos meses el diputado local Rafael Echazarreta Torres denunció el uso de recursos humanos y materiales en la delegación yucateca de la Secretaría del Bienestar, a cargo de Díaz Mena, para favorecer la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo, pero la estocada mortal a los procesos internos fue el madruguete de la semana pasada a cargo de un Consejo Político Estatal secuestrado por los chapulines del PRIAN, para impulsar las carreras de “Huacho” y la senadora Verónica Camino Farjat en los comicios del año venidero.
Desde ahora, en Morena Yucatán no se descarta que desde México se perfilen otros cuadros políticos y dejen fuera de la competencia a Huacho Díaz y a sus socios por jugar sucio, contraviniendo las indicaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y complicando todo para la virtual candidata a la presidencia, Claudia Sheibaum.
Como informamos, apenas 48 horas después del cierre del registro de aspirantes a la gubernatura, un Consejo Político secuestrado por “Huacho” Díaz y Verónica Camino se apresuraron a convocar a una sesión extraordinaria y, a puertas cerradas, votaron por los cuatro nombres que participarán en la encuesta que definirá, el próximo día 30, la candidatura morenista.
Ese “madruguete” de inmediato cerró las puertas al senador Jorge Carlos Ramírez Marín, quien acababa de renunciar al PRI para buscar la gubernatura por la alianza entre Morena y el Partido Verde Ecologista de México, pero también dejó fuera a una protegida de López Obrador: Alpha Tavera Escalante, presidenta estatal de Morena con licencia.
Para llegar a ese punto, hubo una larga cadena de complicidades y traiciones, empezando por la del secretario general del Infonavit, Rogerio Castro Vázquez, quien a unos minutos del arranque de los registros, levantó la mano de “Huacho” Díaz y guardó un silencio cómplice frente a la sucia maniobra del Consejo Político local en la elección de Coordinador de los Comités de Defensa de la 4ª transformación en Yucatán.
Hubo una operación directa para “amarrar” con los consejeros estatales una lista de cuatro políticos de los 27 que se inscribieron para participar. Esos cuatro son la propuesta estatal para que la Comisión Nacional encargada de encuestar los tome en cuenta en la encuesta.
De forma burda y vulgar, los consejeros votaron por Díaz Mena como único representante masculino y por tres mujeres, dejando en situación de fortaleza a Verónica Camino. De inmediato trascendió que a cada consejero se le pagó 100 mil pesos por su voto.
Frente a esto, el Comité Ejecutivo Nacional anunció inmediatamente que se invalidaba esa propuesta de cuatro pero que en la encuesta participarán todos los que se inscribieron, o sea los 27.
El proceso “democrático” quedó manchado, sucio, asqueroso, apestando a tufo podrido, y con un mal sabor de boca para la Comisión Nacional, que vio cómo los consejeros yucatecos apuñalaron por la espalda a Alpha Tavera. La versión de que hubo una negociación en lo oscurito para apuntalar a Verónica Camino va creciendo entre los morenistas, que aún no asimilan lo sucedido.
