La batalla por el nombre del Golfo de México sigue sumando frentes entre México y Estados Unidos. Esta vez, la disputa se intensifica después de que Google anunciara que cambiará la denominación de la zona geográfica en su aplicación Maps, reemplazando “Golfo de México” por “Golfo de América” (Gulf of America) para los usuarios estadounidenses. Este cambio es consecuencia de una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, que instruye un nuevo nombre para la zona marina bajo jurisdicción de EE.UU.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reaccionado con firmeza ante esta decisión. En una conferencia reciente, mostró la carta enviada a Google por su gobierno, defendiendo la importancia histórica y geopolítica del nombre “Golfo de México”, que ha sido utilizado internacionalmente desde el siglo XVII y ha sido reconocido por la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, desde su independencia en 1776.
La misiva, dirigida al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, subraya que el nombre del Golfo de México no es el resultado de una imposición gubernamental de ninguna parte, sino de un proceso histórico que ha involucrado a diversas naciones, incluidas México y Estados Unidos. Además, la carta recalca que el cambio de nombre propuesto solo se aplica a las aguas bajo control estadounidense, tal como especifica la orden ejecutiva de Trump. “Este cambio se limita exclusivamente a la porción de la plataforma continental bajo soberanía de los Estados Unidos, y no tiene ningún efecto sobre la totalidad de la cuenca del golfo ni sobre las aguas de México o Cuba”, señala el documento.
Sheinbaum no solo defiende el nombre como un acuerdo internacional respaldado por tratados bilaterales, sino que también señala que la zona en disputa, aunque compartida por tres países, está regida por principios internacionales que determinan la soberanía sobre las aguas. Según la carta, la mayor parte del Golfo de México no está bajo la soberanía exclusiva de ninguno de los tres países ribereños, sino que es un espacio internacional con límites bien definidos según el régimen marítimo internacional.
La presidenta también ha solicitado a Google que muestre un mapa de 1607, en el cual se usaba el término “América Mexicana” para describir el territorio de lo que hoy es Norteamérica, como respuesta simbólica ante las declaraciones de Trump. Esta referencia histórica subraya la importancia del Golfo de México como una región compartida por las tres naciones, cuyo nombre ha perdurado por siglos.
La postura de Sheinbaum resalta la importancia de mantener el nombre “Golfo de México”, no solo como un asunto de soberanía nacional, sino también como un símbolo de la identidad histórica y geopolítica de la región. Mientras tanto, el gobierno de México espera que Google reconsidere la implementación de este cambio, que podría tener implicaciones más allá del mapa digital, tocando cuestiones de diplomacia y cooperación regional entre los tres países ribereños.