Novak Djokovic sigue haciendo historia. Aunque ya no lidera el ranking ATP, el tenista serbio sigue siendo sinónimo de grandeza. Con 24 títulos de Grand Slam en su haber y una carrera repleta de marcas legendarias, Djokovic ostenta el récord de 438 semanas consecutivas como número uno del mundo, una racha que se extendió desde 2011 hasta 2024.
Su reinado terminó tras retirarse del Roland Garros 2024 por una lesión en la rodilla, lo que permitió al italiano Jannik Sinner tomar el control del ranking. Desde entonces, Djokovic ha bajado al puesto 7, pero su nombre sigue estando en lo más alto en cuanto a premios: ha ganado más de 188 millones de dólares solo en competiciones, más que cualquier otro jugador en la historia del tenis.
A sus 38 años, las lesiones en la pierna y la ingle han empezado a pasar factura, pero su vida fuera de la cancha está lejos de ser preocupante. En 2025, su patrimonio neto se estima en 240 millones de dólares, cifra alcanzada gracias a una combinación de éxitos deportivos y acuerdos comerciales con marcas como Lacoste, Asics, Head y Qatar Airways.
Su historia de vida también es digna de admiración. Creció en una Serbia marcada por la guerra, y desde pequeño mostró pasión por el tenis. Su primer gran golpe llegó en 2008 cuando, con solo 20 años, ganó el Abierto de Australia, rompiendo la hegemonía de Federer y Nadal.
Hoy, Djokovic también destaca como inversor inmobiliario. Posee al menos seis propiedades en ciudades como Marbella, Monte Carlo, Miami y Belgrado. Su residencia principal es una lujosa mansión de nueve habitaciones en Marbella, valorada en más de 11 millones de dólares.
Aunque el tiempo en la élite del tenis puede estar llegando a su fin, Djokovic ya tiene asegurado su lugar entre los grandes. Y si bien puede que sus días en la cima de la ATP hayan terminado, su impacto en el deporte —y en sus finanzas— sigue creciendo.
