Juan Eduardo Labrador
Rogerio Castro Vázquez, el “Benito Juárez” de la Península de Yucatán es la muestra más clara de cómo un humilde profesor de secundaria puede convertirse en millonario con tan sólo tener las amistades y el puesto como funcionario público correcto.
Egresado de la Escuela Normal Superior de Yucatán, Dr. Antonio Betancourt Pérez en 2017, aunque nacido en Quintana Roo, y quien cuenta con la cédula profesional 10254843 con Licenciatura en Educación Secundaria con Especialidad en Historia es el vivo retrato de aquellas cintas de Disney o la telenovela que más le guste, sobre como el protagonista pasa de pobre a millonario por un “azar” del destino.
A Rogerio Castro le pesa, ya en su actuar como funcionario público, como Secretario General del Infonavit, y Director del mismo instituto, una grave acusación de acoso y violación al interior de ese instituto el cual ha tenido que acallar con cañonazos de dinero, porque de otra forma, ya estaría tras las rejas. Eso sin contar de sus conectes con Morena, partido en el que milita y al cual no le conviene un escándalo de tal magnitud en pleno proceso electoral.
Un humilde profesor de secundaria se hace millonario, y cualquiera pensaría que debe ser a consecuencia de estar ahora en un partido donde las tranzas y la corrupción están desterrados, luego entonces, su fortuna seguramente se debe a su intenso trabajo en favor de la transformación del estado y el país. De 2018 cuando salió a la luz pública al 2023, es decir, en tan solo cinco años ha construido una fortuna incalculable.
Esto como funcionario público, pues no se le conoce empresa alguna. Sin mencionar que ha sorteado la pandemia y en lugar de haber resistido el embate, Castro Vázquez fue a la inversa, se hizo de gran riqueza.
Pero como todo, tarde o temprano se termina sabiendo. Ha llegado a la luz pública la forma de operación financiera por la cual se ha hecho de miles de millones de pesos, y que esta sería la causa real de su dimisión como aspirante a la candidatura por el gobierno de Yucatán. El rastro de la corruptela lo lleva a él, por lo que por estrategias se hizo a un lado. Y al mismo tiempo lava dinero ahora para quien podría ser el candidato a Gobernador.
Morena seguiría, como partido, terco en no ver lo evidente. Aunque a estas alturas ya no les importa nada, nunca se había visto corrupción tal como la que prometió haber eliminado el partido guinda.