Arturo Ávila, vocero de Morena, socio de hijo de Salinas de Gortari

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El vocero del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Arturo Ávila Anaya, se encuentra en el ojo del huracán luego de que una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revelara la compra de una lujosa mansión valuada en casi 5 millones de dólares en San Diego, California. A esto se suma una revelación aún más delicada: sus vínculos empresariales con Carlos Emiliano Salinas Occelli, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari e implicado en el escándalo internacional de la secta sexual NXIVM.

La investigación, firmada por los periodistas Raúl Olmos, Eduardo Buendía e Iván Alamillo, detalla que Ávila Anaya fundó al menos 16 sociedades antes de incursionar en la política, y entre ellas figuran dos constituidas en 2008 junto a Salinas Occelli: Prorsus Capital SAPI y A People Corporation SA de CV, ambas establecidas en la Ciudad de México.

Meses después, en septiembre del mismo año, Ávila utilizó su firma Prorsus Capital para crear una tercera empresa: Prorsus Autofinanciamiento.

El doble discurso de la “austeridad republicana”

La noticia ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde usuarios y analistas cuestionan la coherencia del discurso de austeridad promovido por Morena frente a las acciones de uno de sus principales voceros. La adquisición de una mansión de lujo en Estados Unidos ha sido señalada como incongruente con la “pobreza franciscana” y los ideales anticorrupción que el partido dice defender.

Además, el hecho de que Ávila mantuviera relaciones comerciales con el hijo del expresidente Salinas de Gortari —figura emblemática del “neoliberalismo” que Morena critica constantemente— ha desatado señalamientos de hipocresía y oportunismo político.

“A partir de ahora, la presidenta @Claudiashein tendrá que tragarse sus discursos contra los ‘neoliberales’”, escribió el periodista José Díaz en X, aludiendo al lazo entre Ávila y Salinas Occelli.

NXIVM: La sombra de un escándalo internacional

Carlos Emiliano Salinas Occelli estuvo involucrado en la secta NXIVM, liderada por Keith Raniere, condenado en Estados Unidos a cadena perpetua por trata de personas, explotación sexual, pornografía infantil y extorsión. Aunque Salinas Occelli negó su participación en los crímenes más graves, su nombre ha estado vinculado a la estructura de poder del grupo en México.

Silencio oficial

Hasta el momento, ni Arturo Ávila ni el grupo parlamentario de Morena han emitido posicionamiento oficial respecto a estas revelaciones. El escándalo plantea serias dudas sobre los criterios éticos y de transparencia al interior del partido, y pone sobre la mesa la necesidad de rendición de cuentas, incluso entre quienes se presentan como abanderados del cambio.